Me ha parecido verte en Sol esta mañana, ibas un poco deprisa y no pude hacer más que quedarme mirándote. Ibas dirección al metro, mirando al móvil y con los cascos puestos. Y fue ahí en ese momento cuando me di cuenta que todo pasa volando. Me fijé en el reloj del ayuntamiento un poco después de verte, habían pasado solo dos minutos y yo, que siempre me paraba a verlo todo, vi el mundo pasar muy deprisa a través de mis ojos. ¿Qué había pasado? me pregunté, pero seguía sin contestación. Así que con el dolor de haberla visto y unos segundos en blanco de mi vida me propuse a salir de allí, ya que solo acumulaba recuerdos aquella plaza.
Estaba abriendo el portal de mi casa cuando algo me hizo parar, mi mano dejó caer las llaves al suelo y en mi cabeza empezaron a dar vueltas cosas que hasta aquel día yo no le daba importancia, igual si pero tenía otras preocupaciones que me quitaban el sueño. Eran recuerdos, momentos que había pasado con ella, tardes de domingo de manta y peli, buenos días de lunes para empezar bien la semana, horas sentados en aquella cafetería; pero lo más importante y que más me dolió recordar, todas aquellas promesas que nos habíamos prometido, aquellos tantos planes que queríamos hacer y tanto nos había costado planear, todas esas cosas que quedaron a medio camino y que podían haberse convertido en detalles que marcan diferencia.
"Ojalá algún día entiendas que aún sigo pensando en ti y en todas esas cosas que a día de hoy vuelven a aparecer en momentos como este"
domingo, 24 de abril de 2016
viernes, 22 de abril de 2016
Con el tiempo lo entenderás
"Eres ese pequeño detalle que siempre me recuerda a algo tan grande" ¿Te acuerdas de la primera vez que te lo dije? Fue aquella noche después del concierto, la banda había tocado su último tema cuando escuchaste de mis labios decirlo. Recuerdo que no podías hacer otra cosa que no fuese sonreír, y mostrarme esa sonrisa que me volvía loca cada vez que clavabas tus ojos en los míos. El momento fue inolvidable, pusiste tus manos en mi cintura y me besaste, aquellos labios sabor a fresa. Me hundí en tus brazos como si el mundo al rededor se paralizase. Me encantan esos pequeños detalles que haces por mi, como fue recibir la sorpresa de invitarme al concierto.
Así que hoy, te escribo a ti; las palabras se me hacen grandes; los textos, mundos y cada libro que tengo delante, un universo. Podría resumirlos y decir en una pequeña síntesis que no cobran sentido si tu no estás aquí a mi lado. Llevo tiempo sin verte y sé que me echas de menos, espero devolverte en poco tiempo las horas contadas y que me cobres intereses por ellas.
Son días tristes pero confío en ti, cuando acabe todo esto estaré ahí a tu lado.
Así que hoy, te escribo a ti; las palabras se me hacen grandes; los textos, mundos y cada libro que tengo delante, un universo. Podría resumirlos y decir en una pequeña síntesis que no cobran sentido si tu no estás aquí a mi lado. Llevo tiempo sin verte y sé que me echas de menos, espero devolverte en poco tiempo las horas contadas y que me cobres intereses por ellas.
Son días tristes pero confío en ti, cuando acabe todo esto estaré ahí a tu lado.
lunes, 18 de abril de 2016
Eres mi rincón favorito de Madrid
La Diosa Cibeles ha perdido su encanto desde que no paseo por tu mano por La Castellana. El cine de Callao se me hace aburrido y su falta de luz lo convierte en una penumbra. Pasear por la Gran Vía y quedarse contemplando los escaparates ya no tiene sentido desde que tú no estás. El estanque de El Retiro se siente triste desde que tú no das una vuelta en una de sus barcas. El Palacio de Cristal ya no reluce, al sol le cuesta entrar por sus grandes vidrieras, ya no brilla como lo solía hacer antes.
Tardes de sábado sentados en una taberna de Malasaña, aquellas tapas que solíamos compartir acompañados por una pequeña sonrisa entre bocado y bocado. Las Tascas de Chamberí lamentan tu ausencia. Bilbao ya no se queda mirando para ti como cuando te ponías a esperar el metro después de pasar la tarde conmigo. El mar está revuelto en Neptuno. El Puente de los Franceses ha cerrado sus entradas, ya no permite más enamorados.
Puerta de Sol te echa de menos y Alcalá te añora. Tu ausencia se hace notar desde Plaza Castilla hasta Colón.
Los rincones de Madrid ya no son rincones encantados desde que tú no estás.
Tardes de sábado sentados en una taberna de Malasaña, aquellas tapas que solíamos compartir acompañados por una pequeña sonrisa entre bocado y bocado. Las Tascas de Chamberí lamentan tu ausencia. Bilbao ya no se queda mirando para ti como cuando te ponías a esperar el metro después de pasar la tarde conmigo. El mar está revuelto en Neptuno. El Puente de los Franceses ha cerrado sus entradas, ya no permite más enamorados.
Puerta de Sol te echa de menos y Alcalá te añora. Tu ausencia se hace notar desde Plaza Castilla hasta Colón.
Los rincones de Madrid ya no son rincones encantados desde que tú no estás.
domingo, 10 de abril de 2016
Parque con sabor a música
Llevábamos un buen rato dando vueltas por El Retiro cuando él me dijo que tenía que contarme algo, nos detuvimos y clavé mis ojos en los suyos. Me dijo que no me pusiera nerviosa que todo iba a salir bien, que no había nada de él que no supiese ya. Comenzaron a salir palabras de su boca con la misma tranquilidad de siempre, esta vez las escuché y es que si te soy sincera, cuando hablábamos, nos mirábamos a los ojos y perdíamos la noción del tiempo, su voz me traslada a otro sitio, a un lugar donde me siento tranquila y sin preocupación; es como si encontrara un refugio cuando estoy con él, Lo dice todo pero como si no dijese nada, mi cabeza se dedica a pensar en lo feliz que soy cuando estoy con él que no hace caso a lo que dice.
Esta vez no fue así y supe que sería distinto cuando le escuché decir que tenía una sorpresa para mi:. -¿Te acuerdas de aquella noticia que habíamos leído hace unas semanas de que nuestro grupo favorito tocaba en la ciudad el mes que viene?. -Si, claro, como no iba a hacerlo... -Pues tengo un sorpresa para ti. -Pues dila ya y no me tengas así que me pones más nerviosa.
Él se acercó a mi oído y me dijo en voz baja: -Esto, lo que tengo en la mano, es para ti.
Me mostró dos entradas para aquel concierto y yo, tan nerviosa como siempre, me abalancé sobre sus brazos y lo besé. Y es que me encanta, me trata genial y por si fuera poco las sorpresas me matan y así no hay forma para dejarlo de querer. Confieso que cada día estoy más enamorada de él.
Esta vez no fue así y supe que sería distinto cuando le escuché decir que tenía una sorpresa para mi:. -¿Te acuerdas de aquella noticia que habíamos leído hace unas semanas de que nuestro grupo favorito tocaba en la ciudad el mes que viene?. -Si, claro, como no iba a hacerlo... -Pues tengo un sorpresa para ti. -Pues dila ya y no me tengas así que me pones más nerviosa.
Él se acercó a mi oído y me dijo en voz baja: -Esto, lo que tengo en la mano, es para ti.
Me mostró dos entradas para aquel concierto y yo, tan nerviosa como siempre, me abalancé sobre sus brazos y lo besé. Y es que me encanta, me trata genial y por si fuera poco las sorpresas me matan y así no hay forma para dejarlo de querer. Confieso que cada día estoy más enamorada de él.
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