domingo, 10 de abril de 2016

Parque con sabor a música

Llevábamos un buen rato dando vueltas por El Retiro cuando él me dijo que tenía que contarme algo, nos detuvimos y clavé mis ojos en los suyos. Me dijo que no me pusiera nerviosa que todo iba a salir bien, que no había nada de él que no supiese ya. Comenzaron a salir palabras de su boca con la misma tranquilidad de siempre, esta vez las escuché y es que si te soy sincera, cuando hablábamos, nos mirábamos a los ojos y perdíamos la noción del tiempo, su voz me traslada a otro sitio, a un lugar donde me siento tranquila y sin preocupación; es como si encontrara un refugio cuando estoy con él, Lo dice todo pero como si no dijese nada, mi cabeza se dedica a pensar en lo feliz que soy cuando estoy con él que no hace caso a lo que dice.
Esta vez no fue así y supe que sería distinto cuando le escuché decir que tenía una sorpresa para mi:. -¿Te acuerdas de aquella noticia que habíamos leído hace unas semanas de que nuestro grupo favorito tocaba en la ciudad el mes que viene?. -Si, claro, como no iba a hacerlo... -Pues tengo un sorpresa para ti. -Pues dila ya y no me tengas así que me pones más nerviosa.
Él se acercó a mi oído y me dijo en voz baja: -Esto, lo que tengo en la mano, es para ti.
Me mostró dos entradas para aquel concierto y yo, tan nerviosa como siempre, me abalancé sobre sus brazos y lo besé. Y es que me encanta, me trata genial y por si fuera poco las sorpresas me matan y así no hay forma para dejarlo de querer. Confieso que cada día estoy más enamorada de él.

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