Él, que había renunciado a todo por cada minuto que pasaba con ella, se encontraba esta vez sentado a los pies de su cama con un libro a medio acabar y un vaso de su refresco favorito al lado. El móvil ya no tenía sentido alguno desde que no recibía aquellos mensajes, ya nada le interesaba, razones por levantarse y salir adelante ya no tenía, solo pensaba en ella, en aquella sonrisa que iluminaba sus días, en aquellos labios sabor a fresa, en aquellos ojos que solía mirarlos fijamente y perderse por minutos. Sus días se fueron haciendo cada vez más tristes, el sol ya no calentaba como antes, par él las nubes habían cubierto su cielo; lo que antes podías ser unas tardes de ensueño ahora se habían convertido en pesadillas. Salir a la calle era enfrentarse al mundo, a uno que ahora se le había caído encima con todo su peso.
Las horas iban pasando en aquella habitación y cuando se acercaba al final del libro un pensamiento cubrió aquel momento; había vuelto aquella imagen, no era capaz de borrarla y fue entonces cuando se paró a pensar en que había hecho mal para recibir aquello y entendió que a veces es mejor dejar marchar. Nada le había enseñado tanto hasta aquel día lo que era valorar los pequeños detalles de la vida, pararse a pensar de la cantidad de cosas maravillosas que tenemos y que no le damos importancia. Cualquier cosa que intentaba hacer de nuevo no era capaz de continuarla, todo le recordaba a ella.
"Y es que nos levantan muy alto, nos hacen volar a mil metros del suelo y cuando piensas que todo va por el buen camino algo se tuerce y caes, las alas se te cortan y ya no eres capaz de seguir tan alto y es ahí cuando comienzas tu descenso, un poco rápido y sin saber cuando vas a llegar al suelo". Nos enseñan a volar pero no nos dicen como aterrizar.
sábado, 26 de marzo de 2016
viernes, 25 de marzo de 2016
Lo bueno llega sin avisar
Te levantas ese día igual que el resto del año, haces lo que sueles hacer los otros días por la mañana pero llega un momento que algo cambia. Sales a la calle y te cruzas con alguien, te quedas mirando para ella un buen rato como si el mundo se hubiese parado, intercambiáis alguna que otra sonrisa y después de cambiar la dirección de las miradas queda dibujada en tu cara el pequeño rostro de esa persona que poco antes has conocido y nunca antes habías visto. Piensas que nunca más la volverás a ver pero es ahí cuando el destino hace su jugada y decide cruzar esas vidas en el mismo camino.
Al día siguiente sales a la calle, caminas a solas un rato y tras varios pasos de cebra la vuelves a ver, piensas que ya no es casualidad y es entonces cuando decides saludarla, decirle "hola" aunque suene raro a un desconocido.
Y sin darte cuenta la has encontrada, a esa persona que te hará sentir especial, esa que te hará grande, esa que va a poner todo patas arriba pero que aunque suene raro, "ese alguien va a cambiar tu vida"
Al día siguiente sales a la calle, caminas a solas un rato y tras varios pasos de cebra la vuelves a ver, piensas que ya no es casualidad y es entonces cuando decides saludarla, decirle "hola" aunque suene raro a un desconocido.
Y sin darte cuenta la has encontrada, a esa persona que te hará sentir especial, esa que te hará grande, esa que va a poner todo patas arriba pero que aunque suene raro, "ese alguien va a cambiar tu vida"
sábado, 19 de marzo de 2016
Blanco y Negro
Nos llevan enseñado desde pequeños que las cosas cuando no salen bien es porque algo estamos haciendo mal ¿Es verdad? Si algo nos ha salido como no queríamos es porque lo hemos hecho mal. ¿Y si dijese que la mayoría de las cosas que suceden en la vida son involuntarias? De eso que tienes previsto hacer algo y te sale otra cosa. Por eso quiero decir, que si algo nos pasa es por una razón y casi siempre justificada. Todo ocurre por algo; y como bien sabemos, si a alguien le ha pasado eso fue porque el destino quiso que fuese así y no de otra forma.
Tenemos que dejar de preocuparnos por las cosas que no se pueden explicar, dejar de buscarle motivo a todo y preocuparse más por vivir el presente. Los problemas vienen solos pero igual que vienen se van; se puede estar un día mal, incluso dos o tres pero habrá o llegará un día en el que los problemas se vayan y todo se llene de alegría y felicidad.
Pensamos que si algo está mal es porque no está bien, ¿Y si hubiese un término intermedio? ¿Y si dijese que no todo es blanco ni todo es negro? Hay una ligera línea entre esos dos extremos, la podemos ocultar porque es algo que se nos da bien, asimilar algo porque sí sin motivo alguno pero también podemos sacarla a la luz y definirla como algo que siempre ha estado ahí y nunca se ha ido. Mostrarle al mundo que no todo es malo ni muy malo en un extremo ni todo es genial y fantástico en el otro.
Es tarea nuestra encontrar el punto intermedio que nos define. Podemos hacer que nos influyan los problemas pero también nos podemos permitir afrontarlos y mostrarle al mundo que siempre se puede buscar un buen motivo para sonreirle a la vida.
Tenemos que dejar de preocuparnos por las cosas que no se pueden explicar, dejar de buscarle motivo a todo y preocuparse más por vivir el presente. Los problemas vienen solos pero igual que vienen se van; se puede estar un día mal, incluso dos o tres pero habrá o llegará un día en el que los problemas se vayan y todo se llene de alegría y felicidad.
Pensamos que si algo está mal es porque no está bien, ¿Y si hubiese un término intermedio? ¿Y si dijese que no todo es blanco ni todo es negro? Hay una ligera línea entre esos dos extremos, la podemos ocultar porque es algo que se nos da bien, asimilar algo porque sí sin motivo alguno pero también podemos sacarla a la luz y definirla como algo que siempre ha estado ahí y nunca se ha ido. Mostrarle al mundo que no todo es malo ni muy malo en un extremo ni todo es genial y fantástico en el otro.
Es tarea nuestra encontrar el punto intermedio que nos define. Podemos hacer que nos influyan los problemas pero también nos podemos permitir afrontarlos y mostrarle al mundo que siempre se puede buscar un buen motivo para sonreirle a la vida.
viernes, 18 de marzo de 2016
¿Que tendrán los probadores?
Se encontraba el ambiente cargado en aquella habitación, ya pensaba que no iba a recibir ningún mensaje de él para verla, pensaba que se iba a quedar en aquel cuarto toda la tarde hasta que escuchó sonar el teléfono, era él, la estaba llamando. Pegó un salto de la cama para ponerse de pie y le cogió: -¿Hola?...
Le había pedido para estar con ella, tenía ganas de verla, de volver a hundirse en sus brazos. Le dijo que estaba llegando y colgó el teléfono. Ella, que aún se encontraba en pijama puesto que ya no tenía ganas de ir a ningún lado aquel día, se puso un poco nerviosa, no esperaba aquello. Se vistió lo primero que vio, se retocó un poco y se propuso a salir por la puerta antes de que llegase él. Estaba bajando las escaleras cuando oyó sonar el timbre de su casa, abrió y lo vio allí. Ella saltó sobre sus brazos y le abrazó tan fuerte como si llevasen meses sin verse.
Cogió las llaves, cerró la puerta y se fue de casa con él. Llevaban un rato caminando cuando se detuvieron frente a un comercio. Él le preguntó si le apetecía entrar y ella contestó que si, que también tenía algo que hacer allí dentro. Se echó a los brazos un par de pantalones y se fue con ella para los probadores. Mientras él estaba dentro, ella escuchaba decirle cosas como "que mal me queda este, este me queda un poco apretado, seguro que a ella no le gusta". Ella dijo: -"Enséñame y te diré como te quedan". Abrió la cortina y cuando ella lo vio le dijo que le sentaban genial, la agarró por el brazo y la metió dentro del probador.
Le había pedido para estar con ella, tenía ganas de verla, de volver a hundirse en sus brazos. Le dijo que estaba llegando y colgó el teléfono. Ella, que aún se encontraba en pijama puesto que ya no tenía ganas de ir a ningún lado aquel día, se puso un poco nerviosa, no esperaba aquello. Se vistió lo primero que vio, se retocó un poco y se propuso a salir por la puerta antes de que llegase él. Estaba bajando las escaleras cuando oyó sonar el timbre de su casa, abrió y lo vio allí. Ella saltó sobre sus brazos y le abrazó tan fuerte como si llevasen meses sin verse.
Cogió las llaves, cerró la puerta y se fue de casa con él. Llevaban un rato caminando cuando se detuvieron frente a un comercio. Él le preguntó si le apetecía entrar y ella contestó que si, que también tenía algo que hacer allí dentro. Se echó a los brazos un par de pantalones y se fue con ella para los probadores. Mientras él estaba dentro, ella escuchaba decirle cosas como "que mal me queda este, este me queda un poco apretado, seguro que a ella no le gusta". Ella dijo: -"Enséñame y te diré como te quedan". Abrió la cortina y cuando ella lo vio le dijo que le sentaban genial, la agarró por el brazo y la metió dentro del probador.
domingo, 13 de marzo de 2016
¿Besayunamos?
Se había acostado tarde la noche anterior y el reloj marcaba las doce de la mañana siguiente cuando el sonido del timbre de su casa sonó; ya media despierta cuando escuchó aquel sonido se levantó de su cama y se fue corriendo hasta la puerta. Con lo único que llevaba vestido que era su camiseta de dormir, abrió y lo vio allí, enfrente de ella y con una bolsa en la mano. Se le colorearon los mofletes y una pequeña sonrisa iluminó su rostro, se acercó y se abalanzó sobre él; los dos se hundieron en un profundo abrazo. Él le dijo que quería pasar la mañana con ella, que no podía dejar de pensar en aquella sonrisa que tanto le encantaba desde la noche anterior en la que pasaron juntos unas horas sentados en aquella cafetería de asientos de cuero rojos. Extendió los brazos y le entregó el contenido de la bolsa, le dijo que era una sorpresa, que quería invitarla a desayunar. Entraron hasta la cocina, el chico mientras iba preparando las cosas le preguntó si había alguien más en casa, ella le dijo que no, que tenían la casa y la mañana para los dos solos. La chica se volvió hacia él diciéndole que lo estaba haciendo mal, que la dejase a ella calentar el chocolate y cuando ella se propuso a hacerlo, él la cogió por la cintura, lentamente, de seguido acercó los labios a su cuello y comenzó a besarla...
Nadie había hecho eso por ella antes, nadie se había presentado en su casa un domingo por la mañana con la amabilidad que tenía él. Nadie la hizo sentir tan especial con él, porque nunca había estado con un chico que se preocupase tanto por ella. Se había enamorado, lentamente pero reconoció que se había hundido en sus brazos.
viernes, 11 de marzo de 2016
Todo lo bueno se va
Ya no le quedaban motivos ni buenas razones para luchar, se le habían ido con ella las intenciones que tenía con su vida. Y así, hundido en lágrimas y cargado de pesadillas, le escribió su última carta, sabiendo con antelación que nunca tendría destinatario.
"Apareciste por sorpresa, sin avisar y sin hacer mucho ruido. Caminaste despacio hacia mi hasta encontrarme. Me liberaste, me diste intenciones para seguir adelante, se podría decir que le quitaste las nubes a mi cielo. Aclaraste mis días, endulzaste aún más mis desayunos, los despertares se hacían largos y eternos, no había forma ni nadie que nos sacase de aquella cama. Las horas se iban haciendo eternas a tu lado, de vez en cuando miraba la manecilla del reloj pasar pero cuando volvía hacerlo ya había perdido la noción del tiempo. Estar contigo era una sensación que nada físico podría igualar. Me enseñaste a volar, a estar por encima de todo, a pensar más horas sobe lo nuestro porque al fin y al cabo no me importaba nada más en este mundo que no fuese pasar más tiempo contigo.
Entraste en mi por la puerta pequeña, esa por la que entran personas como tu que una vez estando aquí se convierten en tan grandes que ya no caben por la puerta para salir. Te convertiste en los pilares en los que empecé a construir mi futuro. Una vez dentro ordenaste mi vida, le sacaste el alboroto y caos que tenía, pusiste todo en orden.
He conocido a mucha gente durante todos estos años, personas que han entrado, salido e incluso han permanecido durante alguna etapa; pero con el paso del tiempo se han tenido que ir, no le he buscado motivo a eso porque simplemente supongo que es la vida quien pone todo en su sitio; pero fue gente que entró por la puerta grande, esa que siempre está abierta en mi para recibir con los brazos abiertos cualquier nueva oportunidad. Ahora que ya te has ido, la puerta por la que entraste ya no existe, la has roto tú saliendo por ella porque como bien dije antes, eras demasiado grande e importante para mi que no cabías cuando saliste.
Solo quiero decirte que seas feliz igual que lo fuiste junto a mi, no te guardaré rencor pero quiero que sepas que me seguirás importante siempre como en el primer día que te conocí"
sábado, 5 de marzo de 2016
Un buen motivo
Quizás fue ese hasta siempre que nunca fuimos capaces de decirnos. Igual fue ese hasta luego que tanto nos costó decir. Igual fue ese adiós que no nos gustaba decir. Porque nunca sabíamos cual iba a ser la última vez que nos viésemos. Porque al fin y al cabo, a nadie le gusta las despedidas. Decir adiós es muy duro, cuesta un pedazo del alma intentar que salga de nosotros esas cinco letras y más aún si la otra persona es el otro pedazo de ti.
Despedirse, como bien lo define el diccionario consiste en decirle adiós a una persona y como bien sabemos nosotros, alejarse de alguien a quien quieres. Porque no sabíamos que aquella iba a ser la última vez porque si de saberlo, no hubiera dicho aquello. Porque serás siempre para mi ese momento que me deja en blanco.Porque eres esa sensación cargada de recuerdos que viene todas las noches antes de acostarme. Porque fuiste, eres y serás mi más bonita casualidad. Así que te hablo desde aquí, cargado de ilusiones perdidas y con el corazón en la palma de la mano, para decirte "hasta siempre".
Será un camino lento y doloroso pero podré decir que valió la pena. Ya no me quedan intenciones ni razones por las que volver a intentarlo por eso digo que esta será la última vez; pasemos página pero sin dejar doblada la esquina superior.
Y cuando te das cuenta que lo has dado todo, solo tienes dos opciones; o olvidas lo vivido o te quedas con los brazos cruzados esperando para volver a repetir lo sucedido.
Despedirse, como bien lo define el diccionario consiste en decirle adiós a una persona y como bien sabemos nosotros, alejarse de alguien a quien quieres. Porque no sabíamos que aquella iba a ser la última vez porque si de saberlo, no hubiera dicho aquello. Porque serás siempre para mi ese momento que me deja en blanco.Porque eres esa sensación cargada de recuerdos que viene todas las noches antes de acostarme. Porque fuiste, eres y serás mi más bonita casualidad. Así que te hablo desde aquí, cargado de ilusiones perdidas y con el corazón en la palma de la mano, para decirte "hasta siempre".
Será un camino lento y doloroso pero podré decir que valió la pena. Ya no me quedan intenciones ni razones por las que volver a intentarlo por eso digo que esta será la última vez; pasemos página pero sin dejar doblada la esquina superior.
Y cuando te das cuenta que lo has dado todo, solo tienes dos opciones; o olvidas lo vivido o te quedas con los brazos cruzados esperando para volver a repetir lo sucedido.
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