Se encontraba el ambiente cargado en aquella habitación, ya pensaba que no iba a recibir ningún mensaje de él para verla, pensaba que se iba a quedar en aquel cuarto toda la tarde hasta que escuchó sonar el teléfono, era él, la estaba llamando. Pegó un salto de la cama para ponerse de pie y le cogió: -¿Hola?...
Le había pedido para estar con ella, tenía ganas de verla, de volver a hundirse en sus brazos. Le dijo que estaba llegando y colgó el teléfono. Ella, que aún se encontraba en pijama puesto que ya no tenía ganas de ir a ningún lado aquel día, se puso un poco nerviosa, no esperaba aquello. Se vistió lo primero que vio, se retocó un poco y se propuso a salir por la puerta antes de que llegase él. Estaba bajando las escaleras cuando oyó sonar el timbre de su casa, abrió y lo vio allí. Ella saltó sobre sus brazos y le abrazó tan fuerte como si llevasen meses sin verse.
Cogió las llaves, cerró la puerta y se fue de casa con él. Llevaban un rato caminando cuando se detuvieron frente a un comercio. Él le preguntó si le apetecía entrar y ella contestó que si, que también tenía algo que hacer allí dentro. Se echó a los brazos un par de pantalones y se fue con ella para los probadores. Mientras él estaba dentro, ella escuchaba decirle cosas como "que mal me queda este, este me queda un poco apretado, seguro que a ella no le gusta". Ella dijo: -"Enséñame y te diré como te quedan". Abrió la cortina y cuando ella lo vio le dijo que le sentaban genial, la agarró por el brazo y la metió dentro del probador.
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