sábado, 19 de marzo de 2016

Blanco y Negro

Nos llevan enseñado desde pequeños que las cosas cuando no salen bien es porque algo estamos haciendo mal ¿Es verdad? Si algo nos ha salido como no queríamos es porque lo hemos hecho mal. ¿Y si dijese que la mayoría de las cosas que suceden en la vida son involuntarias? De eso que tienes previsto hacer algo y te sale otra cosa. Por eso quiero decir, que si algo nos pasa es por una razón y casi siempre justificada. Todo ocurre por algo; y como bien sabemos, si a alguien le ha pasado eso fue porque el destino quiso que fuese así y no de otra forma.
Tenemos que dejar de preocuparnos por las cosas que no se pueden explicar, dejar de buscarle motivo a todo y preocuparse más por vivir el presente. Los problemas vienen solos pero igual que vienen se van; se puede estar un día mal, incluso dos o tres pero habrá o llegará un día en el que los problemas se vayan y todo se llene de alegría y felicidad.
Pensamos que si algo está mal es porque no está bien, ¿Y si hubiese un término intermedio? ¿Y si dijese que no todo es blanco ni todo es negro? Hay una ligera línea entre esos dos extremos, la podemos ocultar porque es algo que se nos da bien, asimilar algo porque sí sin motivo alguno pero también podemos sacarla a la luz y definirla como algo que siempre ha estado ahí y nunca se ha ido. Mostrarle al mundo que no todo es malo ni muy malo en un extremo ni todo es genial y fantástico en el otro.
Es tarea nuestra encontrar el punto intermedio que nos define. Podemos hacer que nos influyan los problemas pero también nos podemos permitir afrontarlos y mostrarle al mundo que siempre se puede buscar un buen motivo para sonreirle a la vida.

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