Sentimientos de dolor, de no saber que hacer, de encontrarse en un callejón sin salida, de ver hacia todos los lados pero sin encontrar una pizca de claridad.
Nos ahogamos en un vaso medio vacío, en un mar sin agua que años atrás llamaban océano. Nos hemos quedado sin luz, no consigo encontrar el interruptor. Igual es que tiene que ser así. En la oscuridad duele todo un poquito más y por muy raro que nos parezca es la mejor manera de no ver las cosas o por lo menos no hacerse la idea de que ya no están.
Seguiremos perdiendo nuestro tiempo buscando a alguien que nos dé claridad. Pero te aseguro que el día que encontremos a ese alguien, tendremos motivos de sonreír a la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario