Cicatrices profundas

Me come lentamente el paso del tiempo, el no saber de ti y el que pueda pasar si no estás tú ahí.
Éramos de prometernos, de cumplirlo todo a raja tabla, de hacer planes y llevarlos a cabo siempre, de decir que hacer y acabar haciendo otra cosa distinta pero con la misma persona.
Éramos de esos que pasaban el mayor de su tiempo juntos, de abrazarnos sin sentido y acurrucarnos cuando hacía frío.
Éramos de esos que teníamos planes de futuro a corto y largo plazo. Lo éramos todo o eso lo creía yo. Pero parece que el tiempo es lo que nos comió; no absorbió lentamente hasta dejarnos en nada, nos destruyó e hizo que nuestros caminos se distanciasen.
Éramos, ese es el problema, pero ya nunca más volverá a suceder.
He aprendido que de sueños también se vive, de ilusiones se sueña despierto y que hay infinitos que duran lo que uno quiere que dure. No soy quien de prohibirte nada, todo lo contrario, quiero que vivas esa vida que elegiste o eso fue lo que escuché; que disfrutes tu suerte y que seas feliz.

"Porque lo que fuimos ya nunca más volverá a ser". Podrán venir buenos tiempos o incluso mejores pero los recuerdos marcan y algunos dejan cicatrices muy profundas.